4 ene 2016

Día 06 Chiang Mai, Reserva de elefantes, balsa de bambú y jardín de las orquídeas.

Seguimos nuestra aventura por Tailandia, hoy no nos toca madrugar tanto, podemos desayunar tranquilamente y sin prisas, además estamos muy emocionados con el hecho de ir a ver los elefantes, nos han avisado que hoy nos untemos de protección contra los mosquitos porque vamos a estar rodeados de animales, así que echamos manos de nuestro mega repelente que nos hemos comprado y nos untamos enteros.

Sandra ha hecho un amigo
Nuestra furgoneta esta puntual en la entrada del hotel subimos recogemos a nuestros compañeros que faltan y listo, nos vamos a la reserva de elefantes. Una vez allí todo el complejo es una máquina de sacar dinero, cestitas con plátanos y bambú para darle a los elefantes y así provechar para hacerte unas buenas fotos, lo malo, lo comentado es una máquina de sacar dinero, lo bueno, al cambio las compras que te puedas gastar es realmente ridículo. Así que nosotros emocionados por poder acariciar y sacarnos buenas fotos vamos sin miramiento, total ahora que lo pienso como mucho se te pueden ir 10 euros entre los dos.

Una estampa unica
Nos presentan el espectáculo, los elefantes empiezan hacer su Show nosotros nos hemos puesto en una posición aventajada, en el lateral de las gradas, todo correcto hasta que los asiáticos en su ansia de sacar buenas fotos, bueno… buenas con el móvil, se ponen delante, por megafonía repiten varias veces que por favor se sienten pero si habéis viajado y habéis coincidido con asiáticos ya sabéis como son, les puede el tema de las fotos.

Ahora toca la excursión con elefante, nos suben a un elefante y la sensación es extraña intentas no chafar por miedo hacer daño al animal, pero resulta que su piel es cartón piedra, mas piedra que cartón la verdad, su cuidador presenta a nuestra amiga Nina y se presenta el Dido, él es un personaje de cuidado, va cantando la macarena y riéndose con nosotros cuando de vez en cuando soltamos un pequeño grito de miedo al moverse la elefante, pasamos el rio y la estampa es espectacular, ver a todos los elefantes cruzarlos, no somos conscientes de la profundidad del rio ya que vamos encima de ellos, pero baja con fuerza y es profundo. En un momento de la excursión, Dido, da un salto y baja de Nina y nos pide la cámara de fotos, y ahí empieza hacernos un reportaje fotográfico de 10, además va haciendo coñas y riéndose. En un momento me vengo arriba y le pido que si es posible ponerme encima de la cabeza de Nina, me dice que sí, que no hay problema, aprovecha para inmortalizar el momento, uno de los objetivos de mi viaje cumplido. Acabamos la excursión y llamamos a Dido para dar una última caricia a Nina, dar una buena propina a Dido y darle las gracias, hemos tenido suerte ya que no vimos ningún cuidador que hiciese lo mismo que Dido.

Objetivo cumplido
Muy emocionados subimos de nuevo a la furgoneta, comentamos con nuestros amigos la experiencia y les contamos lo simpáticos que ha sido Dido con nosotros. Ahora toca seguir nuestro tour vamos a recorrer el parque con un carrito tirado por bueyes, nos comentan que antiguamente los Tailandeses por el norte se movían así, ademas los gastaban para transportar alimentos etc 

Nuestros segundo punto es descender el río con barca de bambu, la barca son troncos de bambú larguisimos puestos en dos pisos y nosotros encima, dudamos de la  flotabilidad de la barca, ya que somos 8 personas encima pero aquí los amigos lo tienen todo bien estudiado y no nos mojamos ni un pelo, disfrutamos de un trayecto ameno con algún susto de los locales diciéndonos "cocodrilo" ademas nos dejan manejar las barcas con sus perchas para poder dar impulso, claramente yo no me podría ganar la vida con la barca... 
Nuestro grupo al completo
Como un Tailandes más
Seguimos nuestro viaje y ahora nos vamos a comer, si pensábamos que el sitio del día anterior no se podía superar estábamos equivocados, el lugar donde nos llevan es una pasada, tiene como un pequeño lago en el centro todo lleno de plantas que parece que estés en la jungla y la comida buenísima, en este aspecto en general en Tailandia nos hemos llevado una grata sorpresa.
Justo al lado tenemos el jardín de la orquídeas y la granja de mariposas, el jardín de las orquídeas nos gustó, sobre todo a mí para hacer algunas fotos ya que los colores que se pueden sacar de allí son muy bonitos y la granja de mariposas nos impactó sobre todo por el tamaño de algunas, superaban el palmo de envergadura! Una bestialidad! Tenemos un buen rato para recorrer toda esta zona y visitar las tiendas, nos lo tomamos con tranquilidad.
Volvemos a la furgoneta, será la última vez que estemos con nuestros compañeros de viaje, aprovechamos para despedirnos y darnos los correos, ya que tengo algunas fotos de ellos y se las tengo que pasar, mañana cada uno seguirá su viaje hacia puntos diferentes. Por fin llegamos un día pronto al hotel y podemos hacer uso de nuestro detalle de “luna de miel” (siempre que vayáis de viaje recordar decir que es luna de miel) tenemos unas copas en la zona de la piscina así que aprovechamos para navegar un poco por internet y poder contactar con la familia y amigos mientras nos relajamos un poco.

Por la noche salimos al mercado nocturno a cenar como unos tailandeses más comemos en la calle unos kebaps que se supone que no pican, se supone, os recuerdo que aquí pica todo aunque os digan que no. Hacemos alguna última compra y aquí viene la anécdota del viaje por la cual Sandra aún se está riendo de mí, llevaba las manos cargadas con los restos de kebaps, coca cola etc…. Buscando una papelera la cual no encuentro, seguimos caminando y nada…. Veo unos cubos y pienso “por fin” conforme abro los cubo y lo tiro un hombre me grita “no, no” resulta que era cajas de ropa para vender, imaginaos mi cara y todo el rato repitiendo “sorry , sorry” el hombre no era el dueño de la tienda, el dueño, bueno, la dueña ni se inmuto nosotros cogimos todo lo que tiramos y sin llegar a correr salimos de ahí a un paso acelerado… imaginaos el percal….

Llegamos al hotel, Sandra sigue riéndose de mi (normal) y hasta que no entramos dentro del hotel no dejo de mirar atrás por si viene alguien a reclamarnos algo… no hay viaje que no me pase algo…

Aquí tenéis el vídeo del día con buena musica.



Mañana volamos a Krabi! Saludos!!






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24 nov 2015

Día 04. Nos vamos al norte, Chiang Rai


Hoy toca madrugar, pero madrugar como nunca, sobre las 3.30 de la mañana suena el despertador, como es tan pronto no tenemos ni desayuno, así que cogemos el picnic y nos lo comemos mientras esperamos a la furgoneta que nos tiene que llevar al aeropuerto. Una vez allí facturamos equipaje y nos dan la buena noticia que la compañía con la que volamos dispone de zona VIP y tiene una sala de estar con wifi, café y todo tipo de bollería para sus clientes totalmente gratis. Así la espera se hace más amena.

Hasta Chiang Rai tenemos 2.30 horas de vuelo, así que en anda estamos allí, nos recibe nuestro guía Er, un hombre de unos 40 años muy arreglado y muy simpático, nos comenta que tenemos que esperar un poco a otros compañeros que están a punto de llegar, mientras tanto hablamos con la gente que acabamos de conocer y compartiremos unos días con ellos, una pareja de Cataluña y otros vascos, gente muy maja y que nos sirve para intercambiar experiencias de Tailandia ya que cada uno han hecho un viaje diferente.
Un buen rato en esta barca!
Ahora toca remontar el rio Mekong con lancha, esto nos adentrara en lo más profundo de Tailandia dejando atrás cualquier signo de ciudad o poblado grande, durante todo el día nos encontraremos poblados y zonas rurales que nos muestras como viven por el norte del país, el viaje lancha dura aproximadamente una hora y nos muestras los grandiosa que puede ser la jungla.
Fuera borda!!
Una vez en los poblados del norte nos reciben unos niños siempre dispuesto  vendernos algo y gente del pueblo que estará encantada de fotografiarse con nosotros por unos pocos Baths en cada sitio se ganan la vida como pueden y si eso sirve para que gente pueda vivir mejor, pues a colaborar un poco. Seguiremos ahora mismo andando por los poblados y por dentro de la jungla, es fácil pasar por delante de una casa y ver como tienen sueltos gallos, cerdos etc incluso alguna serpiente pitón de mascota, vamos lo normal que te encuentras por cualquier lado…
Poblados del norte
Gente simpatica
Otro poblado
Nos recoge nuestra furgoneta ahora nos dirigimos al museo del opio, aquí nos muestran cómo se consumía y producía esta esta famosa droga que estaba tan extendida en este país, hasta que el gobierno metió mano, el museo es curioso de ver ya que nos explica como es el proceso de elaboración desde el cultivo hasta el cliente final. Por fin se hace medio día y ya nos toca ir a comer, llevamos desde el desayuno sin llevarnos nada a la boca y tenemos un hambre de lobo. Volvemos a coger la furgoneta y Her, nuestro guía nos indica que en escasos 15 minutos estaremos en el restaurante donde vamos a comer.

Llegamos al triangulo del Oro, frontera de Laos, Myanmar y Tailandia, allí mismo con vistas al rio Mekong que es una de las fronteras naturales de estos países comemos en uno de los que serán de los mejores restaurante que visitemos durante las excursiones, todo el grupo salimos bastantes satisfechos, no sé si porque realmente teníamos mucha hambre o porque estaba bueno, la verdad que la gastronomía Tailandesa nos encanta ya que la base de arroz y tallarines nos gusta, y todo esto acompañado de pollo, gambas y varias salsas no aptas para los que no le gusten el picante, para beber además del refresco estrella en todo el mundo, tenemos también la cerveza Chang, de sabor suave que en algunos casos nos acompaña en la mesa.
Vistas al triangulo del oro
Después de comer y de algunas compras por la zona, nos toca traslado al hotel wing Inn en Chiang Rai, nos sirve para dar una cabezada en la furgoneta y así hacer algo típico español, la siesta. Llegamos a Chiang Rai y nos van dejando a cada uno en el hotel, nosotros después de coger habitación nos vamos a descansar a la piscina que está completamente vacía de gente y la tenemos para nosotros solos, aprovechamos para tomar un coctel y descansar, nuestro siguiente punto es ir al night Bazar de Chiang Rai, que siendo sábado ya sabíamos que además de poder hacer compras tenemos cena con espectáculo en la calle, perfecto!
Entrada night bazar
Espectáculo gratis para todos
gastronomía tailandesa
 Aquí en el night bazar hay dos zonas de restauración, una más cara para los turistas y justo en la calle de atrás una más económica donde va la gente de la ciudad, se diferencias claramente ya que en la de turistas los asientos son troncos de madera muy bien puestos y la decoración es más elaborada, en la otra son sillas de metal en la calle, la diferencia de precio entre una y otra es abismal y lógicamente en la segunda podremos comer comida típica de allí. Así que nos aventuramos a probar en la económica y pedimos un combinado de fritura, pinchos de pollo, de cerdo y algo de pescado, todo esto por…. 3 € los dos!
Buena cena, buena compañía, buen sitio
Después de estar un rato por ahí, estamos algo cansados, aunque hemos dormido algo en la furgoneta, nos hemos levantado a las 3.30 de la mañana, toca recogernos al hotel, mañana tenemos otro día movido!

y como en las demás entradas un vídeo del día:


Saludos!

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