Buenos después de un mes que posiblemente no olvidare el resto de mi vida ya estoy en casa y aunque aun tengo cositas pendientes por hacer, ya son pequeños detalles que no requieren toda mi atención y me puedo centrar mas en escribir aquí una palabras, y es que desde abril esto ha sido un no parar.
Bueno como ya dije por fin soy un hombre casado, 11 años de novios no podían acabar de otra manera y que decir que la manera a sido insuperable, nuestra boda duro un fin de semana completo desde el viernes por la tarde cuando mi mujer enseño el traje hasta ultima hora del domingo cuando solo estábamos la familia tomando un piscolabis y recordando todo lo del fin de semana pasado.
Un día que nunca olvidare
En las próximas semanas os iré escribiendo poco a poco la crónica del viaje, fotos, guías de hoteles, rutas y información necesaria para poder compartir con vosotros la gran experiencia que hemos vivido y que tengáis información por si algún día os animáis hacer la misma ruta que hemos hecho nosotros. A los que me habéis seguido vía Facebook agradeceros el estar ahí todos los días comentando y dandole "Like" a las fotos, a los que no habéis visto al pagina de Facebook os esperan unas fotos muy chulas.
De momento os dejo esta que hice en Monument Valley:
La ruta hacia Monument Valley no
tiene ningún encanto prácticamente hasta que llegas allí, nosotros tuvimos una
anécdota de toparnos por así decirlo, con una tormenta de arena la cual nos
hizo aminorar la marcha ya que en algunos momentos llegamos a perder de vista
la carretera. Poco a poco conforme nos acercamos hacia territorio Navajo vemos
como el paisaje adopta un color rojizo arcilloso pero todo es polvo.
Llegamos y lo primero que hacemos es
dejar las maletas en el hotel, decir que los indios navajos tienen dos ritmos
de trabajo, lento y más lento. Para que os hagáis una idea de cómo son
imaginaos a un Sudamericano pero más grande y gordo, donde para caminar el pie
le pide permiso al otro para avanzar, y si todo esto no fuera poco, la simpatía
no es precisamente una de sus virtudes, menos mal que todo esto se ve
compensado por que el paisaje es espectacular.
Acudimos hacia la entrada al parque,
aquí como es territorio navajo no nos vale el Anual Pass y tenemos que pasar
por taquilla, no recuerdo el precio pero no es nada elevado. Nos dan un plano
de Monument Valley y ya a nuestra marcha a recorrer todo el valle, el camino
aquí es como adentrarse en la playa con el coche, además el Mustang no es que
sea lo más apropiado para este tipo de terreno, en más de
una ocasión nos encontramos con zonas difíciles de pasar y tenemos que tirar
marcha atrás ya que el coche se nos queda trabado en la arena, menos mal que la
tracción trasera para estos casos viene bien.
Seguimos por el camino indicado, yo
sufriendo por el coche ya que lo quiero como si fuera mio. No toca subir la
capota ya que de los demás coche y del aire se levanta una cantidad de polvo
impresionante que nos llena el coche de polvo, aquí nos encontramos con otra
pareja, creo recordar de Mallorca que están haciendo el mismo viaje pero en
sentido contrario, en el momento que detecto que hablan español nos acercamos a
charrar con ellos y nos aprovechamos mutuamente para hacernos fotos, ellos si
han tenido la suerte de poder llevar el Mustang rojo, aprovecho para
inmortalizar el momento de los dos coche juntos, la pareja súper amable nos dan
consejos para visitar Universals Studios Hollywood, nos tomamos nota y
seguimos.
Como ya os dije durante la visita el
valle pasamos tramos difíciles, en un momento nos juntamos 3 Mustangs y los 3
sufrimos lo que no está escrito para poder sortear cuestas, baches y zonas de
tierra pero poco a poco y con paciencia lo pasamos todos!
Una vez fuera del parque nos toca
visitar el Forrest Gump Point, bueno… el nombre me lo he inventado pero así
tenéis una referencia, este punto es donde en la película de Forrest Gump,
Forrest después de recorrerse toda América corriendo decide dejar de correr, el
momento de la visita es mágico ya que está atardeciendo y podemos ver el
anochecer desde allí. Nos apoyamos sobre el mustang para contemplar el paisaje
y ver como el sol desaparece poco a poco.
Ya nos queda poco del día,
aprovechamos para ir al supermercado del hotel y rellenar el coche de
provisiones para el próximo día que nos toca un día pesado, además como os
contare en la siguiente entrada, este fue uno de mis peores días…en la próxima
entrada más!