16 dic 2010

El mensaka del semáforo

Os dejo un relato de Perez Reverte sobre moteros bastante entretenido y los que alguna vez trabajasteis como mensajeros, pizzeros y repartidores (en mi caso pizzero mas de 2 años) os sentiréis identificados:
La moto está parada en el semáforo de un paso de peatones, con un pavo encima: un mensajero con el rótulo fosforito de su empresa en la espalda. Detengo el coche en su aleta de babor y miro la máquina. Pese a la caja portaequipajes del asiento trasero, me recuerda la hermosa moto italiana que tuve hace treinta y tantos años largos, a esa edad en que te crees invulnerable; cuando eres joven, inconsciente y capaz de salir de viaje nocturno cayendo lluvia a mantas, atravesando a ciegas pantallas de agua pulverizada de camiones por carreteras de doble dirección, y crees que estamparte contra un coche o un árbol, a 160 kilómetros por hora, es algo que sólo puede pasarle a otros, y nunca a ti. El caso, como digo, es que estoy mirando la moto y al usuario con una punzada de nostalgia. Bajo el casco y el barbur, el mensaka parece motero veterano, treintañero largo. Está tranquilo y a lo suyo, abiertas las piernas, las botas militares apoyadas en el suelo, pendiente de que el semáforo pase a verde. Pensando en sus cosas, supongo. En que va retrasado en las entregas, o a quién votar en las municipales. Cualquiera sabe. Y en ese momento, despistado al volante, frenando en el último instante porque no se había fijado en el semáforo, llega el pringao.
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28 oct 2010

El verdadero motero.


La verdad no se como plantear este tema, llevo pensándolo varios días escribiendo y borrando lo escrito por que no se muy bien como expresarlo, sin que salga el típico ofendido que aunque nunca diga nombres si hay alguien que se identifica con algún escrito y se ofende. Repito antes de empezar a escribir que NUNCA me refiero a nadie en concreto, que lo escrito aquí son opiniones y experiencias mías, se puede estar o no estar de acuerdo, pero nunca busco la ofensa, así pues expongo…

El verdadero motero, ¿Dónde lo encontramos? Recuerdo un texto que decía que el motero va de lunes a viernes disfrazado de persona “normal” enfundado en su traje acudiendo al trabajo, esperando a que llegue el fin de semana y vestirse con sus atuendos ya sea mono Racing o ropa de cross para salir a rodar con su moto. podemos ir un sábado por la tarde pasear por la ciudad y cruzarnos con un autentico motero y no reconocerlo, posiblemente vaya con su mujer he hijos a dar una vuelta, o podemos ir un día entre semana por la ciudad y ver al típico ejecutivo con su BMW y pensar “mira que pijo” y catalogarlo por el traje y marca de moto, pero no nos damos cuenta que puede ser un gran motero disfrazado de “normal”.
 Esta salida marco un antes y un despues, Abril 2009

Por desgracia (a mi también me ha pasado) catalogamos  a la gente a primera vista y nos dejamos manipular por la publicad y el estereotipo de motero que nos han vendido los USA, rudo, barbudo, solitario, con una pinta de no haberse duchado en 3 meses y una cara de pocos amigos, eso es lo que nos han vendido los USA gracias a su publicidad y películas, el motero malo malote.

El verdadero motero para mi punto de vista no entiende de marcas, ni de modelos y de tipos de moto, ¿tiene dos ruedas? Es una moto… no hay mas, el verdadero motero la únicas leyes que conoce son las de trafico y lo único que tiene que tener en cuenta es donde están los radares para que no le multen (es broma) que as dará si es una marca u otra. Por desgracia el mundo esta lleno de fantasmas que encima que cuando llega el momento (perdonen la expresión) de poner los huevos encima de la mesa se tiran a tras, critican y menosprecian lo de los demás…y por desgracia me ha tocado vivirlo.

Hace un par de meses atrás tuve que aguantar, que menospreciasen mi viaje a Pingüinos, tuve que aguantar que dijesen que ir a pingüinos y hacer aproximadamente 2000 Km. de ruta con una máxima de 4 grados y una minima de -15 grados no era mucho para testear una pieza de la moto que llevaba nueva…. Esta claro que habrá gente que habrá rodado mucho mas que yo, pero mucho mas, y habrá gente que habrá aguantado viajes mas duros que el mío…pero justamente quien escribió refiriéndose a mi es de los que se les hincha el pecho pero luego tiran para atrás (arranca de caballo parada de burro) y si, se conocen todas las leyes del custom, toda la historia pero de kilómetros…ay señor…de kilómetros mejor no hablemos.

Yo he tenido oportunidad de compartir mesa con moteros, de poder sentarme y aprender de sus viajes e historias y de recibir ánimos para que me aventure a Elefantes, Jabalisttrefen y demás invernales duras. En cambio la gente que suele tirar por tierra las experiencias e ilusiones de futuros viajes solo saben aparentar y hablar de “yo tengo, yo soy, yo valgo…”

Una buena mesa con buenos moteros

Y yo creo que me queda mucho camino por recorrer y mucho asfalto por rodar para ser un gran motero, el premio de llamar a alguien motero no se obtiene por las canas que peines ni por la edad que tengas, no se obtiene por los parches falsos que lleves en el chaleco (concentraciones que no has asistido) ni se obtiene por la moto que tengas, se obtiene por los kilómetros, por el sentimiento que tienes hacia la moto y moteros sin importar el modelo que sea y se obtiene por los viajes y experiencias acumulados.

Y con esto acabo el post de hoy el verdadero motero no es el que busca que todo el mundo sepa de que el es motero llenado como he dicho su chaleco de medallas falsas, el verdadero motero pasa desapercibido y pasa de etiquetas.

Un saludo a todos los moteros.

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21 oct 2010

Historias de moteros.


Esta es una historia que me contó un compañero de trabajo motero desde hace muchos años y con muchos, muchísimos kilómetros a su espalda. Para que os hagáis una idea entre algunos de sus viajes están Polonia, Italia, Norte de frica etc.

Los nombres de esta historia no son los reales.

Todo empieza un día de febrero mi gran amigo Alfonso me insiste en que le haga una visita a sus tierras, ando justo de tiempo libre pero le debo una visita y la verdad si el estuvo aquí yo tengo que hacer lo mismo.

Preparo un fin de semana para salir a Vigo preparo mi vieja Goldwyn la pongo a punto, reviso niveles, presiones de neumáticos etc., cargo poco algo de ropa una botella de agua y lo justo para 600 Km. de viaje. Mi moto esta deslumbrante con todas las pegatinas de los numerosos viajes que hecho y no es poco los 300.000 Km. que tiene ya mi vieja “burra” y casi ninguna avería seria, salgo del garaje enchufo la radio y zztop suena en mi equipo 600 Km. de autovia.


Llego a Vigo busco Alfonso y nos saludamos abrazos etc, noto un cambio en su imagen, lleva botas de cowboy, cadena enganchada a la cartera, camiseta de Harley Davidson y la burra que lleva ya no es la antigua Honda ahora es una deslumbrante y nueva Harley que cuando le da el sol deslumbra a todo el mundo con esos preciosos cromados. Le pregunto por el cambio de montura, y su respuesta fue esta “nah…ya sabes quería ser autentico, tener una moto de verdad” me quede quieto delante de el sin saber que responder y en dos segundos saltamos a otro tema, pero la frase de ser autentico quedo marcada en mi.

Mientras cenábamos en su casa, me comenta que al día siguiente iríamos a conocer a sus nuevos amigos, a su nueva cuadrilla motera, que tenían un local en la capital muy bien ambientada y con mucha marcha. Le comento que si no tiene pensado hacer alguna ruta para enseñarme las carreteras de esta zona y me dice que mejor ir al bar que ahora hace algo de frío para salir hacer kilómetros con la moto.

Al día siguiente nos levantamos y salimos hacia el bar, la fachada es preciosa pintadas de motos y todo ambientado a este mundo, dejo mi moto al lado de la de mi amigo y antes de poder desconectar el motor viene y me comenta que si no me importa dejarla en la otra acera, mas que nada por que ahí solo aparcan Harley y no quieren que se desvirtúe la imagen del bar. Me quedo algo mosca, y quito mi moto, soy un invitado y no quiero ser desagradable y mucho menos tener problemas.

Una vez dentro, todo fotos de fiestas, fiestas, fiestas y….fiestas, concierto de….fiesta de….y solo me encuentro eso, muchas motos preciosas eso si, deslumbrantes pero no veo nada mas. No hago comentario alguno sobre eso, mas aun estoy callado. Me Fijo en Alfonso, que lleva un chaleco de cuero y a diferencia de los demás el no lleva parche en la espalda, sentados en una mesa con demás persona le pregunto ¿oye Alfonso, por que no llevas tu parche?


Se hace un silencio incomodo para mi, y un tío grande suelta “cuando sea un motero de verdad llevara el parche de los moteros” me quedo a cuadros y con toda mi ignorancia comento que Alfonso y un servidor hace años estuvieron por Alemania a 20 grados bajo cero, que nos habíamos cruzado Tánger en moto y estuvimos en la frontera de Rusia. ¿Que donde había ido el para ser motero?

En ese momento se hizo otra vez un silencio mas largo, el tío grande me miro fijamente con una mirada de mala ostia impresionante y entendí que había plantado la pata hasta el fondo, menos mal que Alfonso se levanto y dijo que ya teníamos que irnos. Mientras salíamos del bar me decía que arrancase la moto y nos fuéramos a dar una vuelta.

Fuimos a otro bar a mas o menos 30 hora de allí, en la moto no podía parar de pensar como un tío que en la moto no tenia mas de 7000 Km. que no se había movido de su zona era capaz de juzgar a los demás y decir quien y quien no era motero. Siempre había pensado que los moteros se median por sus experiencias, viajes y aventuras, en fin lo que yo entiendo por ir en moto. Pero hay otro mundo que después Alfonso me explicaría.

En otro bar, le pregunto Alfonso que había pasado y me cuenta que esta gente se toma el mundo de la moto mas seriamente que nosotros (yo) que la moto no es su afición si no su vida. Le digo que no lo entiendo ya que la moto para mí además de ser mi afición forma parte de mi vida, como muchas cosas mas. Que por que no lleve tatuado el logotipo de Honda no me siento menos motero que nadie, o por que no lleve chaleco de cuero no me siento menos motero que nadie.

Seguimos conversando sobre este tema intenta explicarme el por que ellos (incluidos el) son moteros de verdad y a diferencia del resto solo ellos saben lo que es sentir la moto, cada situación que me expone se la revato con otra y no nos ponemos de acuerdo, lo único que me queda claro es que ya no soy bien recibido en ese local de moteros, y no por que no tenga kilómetros si no por que no llevo una Harley  y no voy siendo el sirviente de 2 o 3 que por ser los mas duros y los que se parecen mas a moteros de pelis americanas son los que mandan.

Adelanto el día de partida a casa por que sinceramente ya no estoy tan a gusto con Alfonso, después de tantos años juntos para mi no es el mismo, no es el mismo que un día estuvimos por Francia durmiendo en un banco por que no encontramos un hotel para pasar la noche y nos atamos al pie una cuerda y el otro extremo a la rueda de la moto para que no nos la robasen. Para mi amigo Alfonso dejo de amar el mundo de las motos el día que pasó de ser un motero a querer aparentar serlo.

Los 600 Km. de vuelta a casa se me hacen larguísimos repasando situación de estos dos días, y intentando averiguar el que y como mi amigo llego a esto, en fin un viaje que me ha venido bien para aprender mas sobre este extraño mundo.

Y aquí acaba la historia que me contó mi compañero en el almuerzo, siempre intento juntarme con el cada vez que voy cerca de su zona de trabajo ya que es un tío que nunca deja de sorprenderme y siempre tienes fotos nuevas que enseñarme de su vieja burra y sus viajes.

Un saludo!

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