Crucero por el Mediterráneo, día 3 Genova, Italia
Saludos a tod@s!
Dejamos atrás Francia y entramos a
Italia, hoy nos toca visitar Genova y Portofino, nuevamente no tenemos las
excursiones planificadas pero gracias a nuestros compañeros esto no supone ningún
problema, hemos tenido una gran suerte de toparnos con Esther y Ivan (sin
desmerecer al resto) pero hay que decir que con ellos todo es más fácil! Además
Esther negociando con los taxistas nos consigue un descuento de lujo por un
Tour por Genova en taxi.
A diferencia de Marsella, Genova
tiene otro aire, mi opinión es que no da esa sensación de desorden que tiene
Marsella, además los edificios están mucho mejor cuidados y se aprecia que
incluso los marcos de las ventanas los han decorado, si un pueblo es turístico
tienen que tener en cuenta eso, como por ejemplo tener unos lavabos públicos
más o menos decentes.
Salimos del puerto y ya negociados
con el Taxista nos dirigimos a Portofino, durante el trayecto Ivan no para de
darle conversación a nuestro taxista y eso nos sirve para que nos vaya contando
un poco de la zona, durante el trayecto nos muestra la casa de Dolce y Gabbana,
Berlusconi y demás personalidades, como no nos gusta el cachondeo aprovechamos
el trayecto para hacernos algunas fotos en el coche.
Portofino
Llegamos a Portofino y damos un
paseo rápido por la zona, aquí conseguimos fotografías propias de una postal, y
es que el lugar se merece estar más tiempo, pero en un viaje así se tiene de
todo menos tiempo.
Una vez visitado Portofino, seguimos
en ruta hacia Santa Margarita y aquí en lugar de hacer turismo por la zona,
encontramos una tienda en liquidación de ropa “italiana” todo por 10 euros,
ropa para hombre, aquí nos volvimos locos nosotros y alguna de ellas… cuando
entramos había gente en la tienda que poco a poco con nuestros “mira mira que
chulo” y “no hay probador pero me pongo aquí, que no me ven” conseguimos tirar…
y allí nos tiramos más del tiempo que nos tocaba con el enfado de los taxistas
esperándonos, además no nos vamos a ir sin hacernos una foto de allí, no?
Toca volver hacia Genova, aquí nos
dan una vuelta por el centro visitando las zonas más emblemáticas como la Casa
de Colon, y una de las puertas de la murallas, para finalmente dejarnos en el
centro donde ya nosotros seguiremos por nuestra cuenta. Seguimos paseando por
el centro hasta la hora de acudir al barco, aprovechamos para tomarnos un
pequeño piscolabis en un mercado de local de gastronomía y dando una paseo por
las tiendas podías probar varios productos, merienda gratis? De lujo! Otro de
los momento grandes del viaje fue en estos dos puntos donde aprovechamos para
hacernos fotos que luego nos sacaran más de una risa!
Llegamos al barcos desechos, hemos
caminado una barbaridad y es que entre risas y anécdotas los kilómetros corren
sin que te des cuenta! Pero como en todo viaje tiene que haber un punto negro o
una pequeña anécdota de las malas, antes que nada que esto que os voy a contar
es un caso que nos pasó a nosotros y no quiero generalizar con toda la
tripulación del barco, nosotros tuvimos mala suerte que nos tocó la “camarera
borde”
Llegamos exhaustos al barco, tenemos
hambre y sed como leones que están más de un mes sin comer, pasamos al buffet y
luego de tener el buche lleno que mejor forma de despedirse de Genova que
tomando un coctel en la terraza, nos acercamos a la barra todos de golpe y
mientras pedimos se nos acerca una camarera y mientras da golpes en la barra y
hace aspavientos nos grita “Close!! Close!!” claro nosotros a cuadros y ella
insiste varias veces en lo mismo cada vez con el tono más alto. El camarero muy
amable y con educación nos explica que mientras suena el micrófono de simulacro
de emergencia para la gente que embarca ese día, no se sirven bebidas, vamos
que durante 5 minutos la barra está cerrada. Nosotros les explicamos que no lo
sabemos y que las cosas se dicen con educación, total que estando todos nos
calentamos y le recriminamos a la camarera su actitud.
Discutimos con ella como podemos y
le exigimos su nombre para poner una reclamación, ya que una cosa es tener
menos o más nivel de categoría en el barco, pero la educación tiene que ser
para todos igual, la verdad que poco le importo lo que le dijimos, pero más
chulos que un ocho bajamos a poner una reclamación, eso marco un antes y después
en el crucero, a partir de ahí siempre que nos cruzábamos con los jefes de sala
o con la misma camarera ya eran sonrisas, Esther! Ole tú! Bueno, el lio fue tal
que acabamos hablando con el director de eventos del crucero, no recuerdo el
nombre pero entre nosotros le llamábamos “Omaita” porque el tío era clavado al
alto de los morancos, luego descubrimos que era de Madrid y no le molaba un
pelo el mote, pero la verdad que Omaita tenía muchas tablas y nos supo
tranquilizar.
Acabamos el día esperando la función
de teatro, comentando todo lo vivido y las risas, las horas pasan volando y
nuevamente nos liamos por la noche, somos los primeros en entrar al restaurante
y los últimos en salir.
Os adjunto un pequeño vídeo de este día:
Saludos!
Saludos!
Etiquetas: Crucero mediterráneo, Genova, Italia, MSC, MSC cruceros, MSC splendida, Omaita, Portofino, viajar, viajes
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